Desamortización
Desamortización: consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar (vender, hipotecar o ceder) y que se encontraban en poder de las llamadas “manos muertas”, es decir, la Iglesia Católica y las órdenes religiosas, y las tierras comunales de los pueblos, que servían de complemento para la precaria economía de los campesinos. En España hubo dos desamortizaciones importantes: la de Mendizábal (1836), que afectó a los bienes del clero, y la de Madoz (1855), que se centró en desamortizar los bienes comunales de los pueblos.