El reinado de Isabel II (1833- 1868) es un periodo muy complejo desde el punto de vista político. En él hay dos regencias (la de María Cristina y la del general Espartero), la guerra carlista, cuatro constituciones y continuos levantamientos revolucionarios. Estos cambios van a tener su reflejo en los diferentes partidos políticos que, desde el inicio del reinado, surgieron como embrionarias organizaciones que canalizaban las distintas corrientes ideológicas del liberalismo inicial:
A. Partido Moderado
Partido Moderado, cuyo “espadón” (líder militar) era el general Narváez. Se apoyaba en los grandes terratenientes, la alta burguesía y la clase media alta. Defendía las concepciones del liberalismo doctrinario, esto es, partidarios de la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, así como de dotar al monarca de amplios poderes y de limitar los derechos individuales de los ciudadanos. Eran partidarios, asimismo, de un sufragio censitario muy restrictivo. Eran partidarios de la defensa del orden entendido como absoluta prohibición de cualquier acción u opinión que atentara contra las bases del régimen. Su ideario queda recogido primero en el Estatuto Real de 1834 y, sobre todo, en la Constitución de 1845.
B. Partido Progresista
Partido Progresista, cuyo espadón era el general Espartero. Tenía su base social en la pequeña y mediana burguesía y, en general, en las clases medias, empleados y artesanos, que aspiraban a llevar las reformas lo más lejos posible. Siguiendo la tradición de los exaltados del Trienio Liberal, los progresistas propugnaban la soberanía nacional, representada en las Cortes, cuyo protagonismo político debía limitar el poder del Rey. Estos sectores se consideraban “gente de orden”, rechazaban los cambios revolucionarios y querían evitar verse mezclados con los trabajadores manuales y los campesinos. Inicialmente, partidarios del sufragio censitario pero de base más amplia que los moderados, la mayoría acabaron defendiendo, finalmente, el sufragio universal lo que provocó la aparición del Partido Demócrata. Su ideario queda recogido en gran medida en la Constitución de 1837 y en la “non nata” de 1856.
C. Partido Demócrata
Partido Demócrata. Surgió de una escisión del Partido Progresista a mediados del siglo XIX. Integraba a progresistas radicales, republicanos e, incluso, simpatizantes del incipiente socialismo y aspiraba a tener su base social en las clases populares, aunque sin desdeñar a destacados intelectuales. Publicó su programa en un Manifiesto en 1849, con los siguientes principios: defensa de la soberanía nacional y sufragio universal, libertad de conciencia, derecho de reunión y asociación, instrucción primaria universal y gratuita, e intervención del Estado en otros ámbitos de la asistencia social. Por su oposición a la monarquía de Isabel II no participó nunca en su sistema político. Su ideario quedará recogido principalmente en la Constitución de 1869.
D. Unión Liberal
La Unión Liberal, encabezada por el general O’Donnell, se constituyó en los años cincuenta como partido de centro. Se nutría principalmente del ala derecha del Partido Progresista y, sobre todo, del ala izquierda del Partido Moderado. Como todo partido con vocación centrista, aspiraba a convertirse en una alternativa política tan distante del progresismo radical como del moderantismo reaccionario. Se trataba, pues, de una posición política ecléctica y pragmática.
E. Otras corrientes ideológicas
Al margen de la corriente ideológica del liberalismo y del sistema político de Isabel II pervivía aún el carlismo, aunque nunca aparecen configurados como un partido hay que decir de ellos que su ideología es absolutista. Su masa social es la alta nobleza partidaria del Antiguo Régimen, el alto clero y una gran masa de campesinos del norte de España que quieren defender sus derechos al creer que están amenazados por el estado liberal. En el otro extremo estaban los republicanos: con un ideario muy parecido al demócrata. Eran una izquierda moderada apoyada por la pequeña burguesía. Eran antimonárquicos. Había dos tendencias principales: Centralistas y Federalistas.