12.02 (143) Describe el papel desempeñado por el rey durante la transición

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Dos días después de la muerte de Franco, el 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I, de acuerdo con lo establecido por la Ley Orgánica del Estado, asumía ante las Cortes franquistas la Jefatura del Estado y juraba lealtad a los Principios del Movimiento Nacional y a las Leyes Fundamentales. Su padre, don Juan de Borbón, que había sido privado por Franco de sus derechos dinásticos, no renunciaría a ellos de forma oficial a favor de su hijo hasta año y medio después.

En su discurso de proclamación como Jefe del Estado, Juan Carlos I dejó entrever vagamente su voluntad democrática; tan sólo unos días después se concedió un indulto parcial que permitió la salida de la cárcel de algunos presos políticos como Marcelino Camacho y otros dirigentes de Comisiones Obreras.

Sin embargo, las primeras intenciones del joven monarca representaban una incógnita para la gran mayoría. Los más reaccionarios lo veían como un joven advenedizo y desconfiaban de su fidelidad al régimen.

En cambio, un amplio sector de la oposición, mayoritariamente republicana, recelaba de lo contrario y veía en él la reposición de la desacreditada monarquía, con la agravante añadida de venir impuesta por Franco.

A menudo se ha tendido a mostrar la figura del rey como el más importante motor del cambio democrático en España. Este planteamiento ignora la labor y los esfuerzos de muchos miles de personas que lucharon día a día y durante años por la restauración de la democracia.

No se debe olvidar que la democracia era una exigencia cada vez más extendida entre la población española y representaba la única solución política aceptable para un país con vocación de integrarse plenamente en Europa. Y además la historia contemporánea de España ofrecía dos claros ejemplos (Isabel II y Alfonso XIII) de cómo un monarca autoritario y desvinculado de la voluntad de su pueblo se veía obligado a exiliarse.

En cualquier caso, Juan Carlos I contribuyó a restaurar la democracia en España, aunque ello le supuso renunciar al enorme poder personal que había heredado de Franco.