07 La red urbana española. Características del proceso de crecimiento espacial de las ciudades.

Imagen de Francisco J. Calzado

1. Conceptos y marco teórico

Para adentrarnos en el fascinante mundo de las ciudades españolas, primero debemos equiparnos con algunas herramientas conceptuales. Pensemos en las ciudades no como islas aisladas, sino como los nodos de una inmensa red que organiza y da vida a todo el territorio.

Una ciudad es mucho más que un lugar con muchos habitantes. Se define por su alta densidad de población y de edificios, pero, sobre todo, porque en ella se concentran actividades económicas del sector secundario (industria) y, fundamentalmente, del terciario (comercio, finanzas, educación, sanidad). Mientras el campo produce materias primas, la ciudad las transforma y, sobre todo, ofrece servicios.

Cada ciudad desempeña funciones urbanas, que son las actividades especializadas que ofrece no solo a sus residentes, sino también a un área de influencia más amplia, su hinterland. Por ejemplo, Madrid tiene una función político-administrativa como capital de España; Salamanca, una clara función cultural por su universidad; y Benidorm, una función turística muy marcada.

El conjunto de todas las ciudades y las múltiples relaciones que tejen entre sí (a través de carreteras, vías de tren, flujos económicos o intercambios de información) conforman el sistema de ciudades o red urbana. Este sistema no es plano, sino que está organizado en una jerarquía urbana, como una especie de pirámide. En la cima están las ciudades más grandes y poderosas, con funciones más complejas y un área de influencia enorme. Debajo, se escalonan ciudades de menor tamaño e influencia, que dependen en cierta medida de las superiores.

El crecimiento físico de las ciudades crea nuevas realidades espaciales. Cuando una gran ciudad crece e integra funcionalmente a los municipios que la rodean (con los que mantiene intensos flujos diarios, como los miles de personas que viajan cada mañana para trabajar), hablamos de un área metropolitana. Si dos o más ciudades cercanas crecen hasta unirse físicamente, formando un continuo de edificios, se produce una conurbación, como ocurre en la costa de Málaga entre varias localidades. A una escala aún mayor, una región urbana es un territorio más amplio que incluye varias ciudades y áreas metropolitanas que funcionan de manera interconectada, como el eje costero mediterráneo.

Para estudiar esta compleja realidad, los geógrafos utilizamos fuentes como los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) o herramientas como el proyecto AUDES, que delimita las áreas urbanas de España. Analizamos aspectos como la conectividad entre ciudades, su especialización funcional o si el sistema es equilibrado o, por el contrario, presenta macrocefalia, es decir, una o dos ciudades gigantescas que eclipsan al resto.

2. El proceso de urbanización en España: etapas y factores

Nuestras ciudades actuales son el resultado de un largo proceso histórico. Para entender su presente, debemos viajar al pasado y recorrer las grandes etapas de su transformación.

La gran transformación: industrialización y éxodo rural (1850–1975)
Hasta el siglo XIX, España era un país predominantemente rural. Las primeras chispas del cambio llegaron con la industrialización, muy concentrada en Cataluña, el País Vasco y Asturias, y con la construcción de la red de ferrocarril. Estos fueron los primeros imanes que atrajeron población a las ciudades.

Sin embargo, la verdadera revolución urbana se desató entre 1950 y 1975, durante el "desarrollismo" franquista. La industria se modernizó, los servicios empezaron a crecer y, al mismo tiempo, la agricultura tradicional entró en una profunda crisis. Esto provocó un éxodo rural masivo: millones de personas abandonaron los pueblos del interior en busca de oportunidades en las grandes ciudades industriales como Madrid, Barcelona y Bilbao, o en las nuevas zonas turísticas del Mediterráneo. Este proceso consolidó un sistema urbano muy desequilibrado: una periferia costera y dos grandes metrópolis que crecían de forma acelerada y a menudo caótica, mientras el interior comenzaba a vaciarse.

La expansión sin límites: servicios, metrópolis y conquista de la costa (1975–2008)
Con la llegada de la democracia y el Estado de las Autonomías, el modelo cambió. La vieja industria pesada entró en crisis y la economía se terciarizó, es decir, los servicios (turismo, finanzas, logística, ocio) se convirtieron en el motor principal. Esto reforzó el poder de las grandes ciudades. El crecimiento ya no se limitó al núcleo urbano, sino que se desbordó por los alrededores en un proceso de metropolización. La gente empezó a buscar viviendas más grandes y asequibles en la periferia, naciendo así las urbanizaciones de chalets, los grandes centros comerciales y los parques empresariales conectados por autopistas. Este fenómeno fue especialmente intenso en la costa, en una clara litoralización, donde el turismo y la construcción crearon una franja urbana casi continua a lo largo del Mediterráneo.

La resaca de la crisis y una recuperación desigual (2008–2019)
El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 puso un fin abrupto a esta era de crecimiento desmedido. La construcción se paralizó y el foco se desplazó hacia la rehabilitación de los barrios y edificios ya existentes. Cuando la economía comenzó a recuperarse a partir de 2014, lo hizo de forma muy desigual. Las grandes metrópolis como Madrid y Barcelona, junto con los principales destinos turísticos, volvieron a atraer inversión y talento. Sin embargo, muchas ciudades medianas del interior, más dependientes de la industria tradicional, se estancaron, agrandando la brecha territorial dentro de España.

Nuevas reglas del juego: el impacto de la pandemia (2020 en adelante)
La pandemia de COVID-19 actuó como un catalizador de cambios que ya se intuían. La generalización del teletrabajo rompió para muchos la obligación de vivir cerca del lugar de trabajo. Esto ha impulsado un nuevo interés por vivir en coronas metropolitanas más lejanas, en ciudades pequeñas o incluso en pueblos bien comunicados, buscando más espacio y calidad de vida. Aunque aún es pronto para saber su alcance real, este fenómeno está introduciendo nuevas dinámicas en el mercado de la vivienda y abriendo un debate sobre el futuro de las grandes ciudades y la posible revitalización de la "España Vaciada".

3. El sistema urbano español: jerarquía y ejes de desarrollo

El sistema de ciudades español es marcadamente jerárquico y se concentra en unos ejes muy dinámicos que contrastan con un vasto interior menos poblado.

En la cúspide de la jerarquía urbana se encuentran las dos metrópolis nacionales:
* Madrid y Barcelona. Forman un sistema bicéfalo, dos grandes "capitanas" que lideran la red. Son enormes áreas metropolitanas que superan los cinco millones de habitantes, concentran las funciones más importantes y especializadas (sedes de grandes empresas, centros financieros, grandes eventos culturales) y son nuestras principales puertas de conexión con el mundo.

En un segundo nivel, encontramos las metrópolis regionales. Ciudades como Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza o Málaga son las "campeonas" de sus respectivas regiones. Con poblaciones en torno al millón de habitantes, articulan amplios territorios y ofrecen servicios de alto nivel (universidades, hospitales especializados, centros de decisión autonómicos).

Un escalón por debajo están las ciudades medias, como Valladolid, Murcia, A Coruña o Córdoba. Suelen ser capitales de provincia y actúan como el corazón de sus áreas de influencia, ofreciendo servicios comerciales, administrativos y educativos a su entorno. Son piezas clave que vertebran el territorio y evitan un mayor despoblamiento. En la base de la pirámide, las ciudades pequeñas y villas son fundamentales para organizar la vida en el mundo rural.

Esta jerarquía se distribuye de forma muy desigual sobre el mapa, dibujando unos claros ejes de desarrollo:
* El eje Mediterráneo: una franja densamente poblada desde la frontera con Francia hasta Cartagena, impulsada por el turismo, la industria y una agricultura muy productiva.
* El eje Cantábrico: recorre la costa norte, desde el País Vasco hasta Galicia. Es un eje de tradición industrial, hoy en reconversión, y con importantes puertos.
* El eje del Valle del Ebro: funciona como un pasillo que conecta los dos ejes anteriores, con Zaragoza como su gran nodo logístico.
* Madrid y su influencia radial: La capital actúa como el centro de una telaraña. Su poder se irradia en todas direcciones gracias a una red de trenes de alta velocidad y autovías que la conectan con el resto de ejes, reforzando su papel dominante.

Frente a estos ejes dinámicos, el interior peninsular (salvo Madrid y focos como Valladolid) presenta un sistema urbano mucho más débil. Es el territorio de la llamada "España Vaciada", con menor densidad de población y actividad económica, y que afronta el gran reto de la despoblación.

4. Morfología y estructura urbana: el crecimiento espacial de la ciudad

Una ciudad es como un libro de historia escrito en el paisaje. Si paseamos desde su centro hasta sus límites, podemos leer las diferentes etapas de su crecimiento en la forma de sus calles, en sus edificios y en las actividades que allí se realizan.

El corazón de la ciudad es el casco antiguo, la ciudad preindustrial. Su plano suele ser irregular, con calles estrechas y retorcidas, herencia de su pasado medieval o musulmán. La trama de edificios es muy compacta. Aunque hoy en día acoge importantes funciones turísticas y comerciales, sufre problemas como el envejecimiento de su población, el deterioro de los edificios y la gentrificación: un proceso por el cual los vecinos de toda la vida son desplazados por nuevos residentes con mayor poder adquisitivo o por la proliferación de apartamentos turísticos.

Alrededor de este núcleo, encontramos el ensanche, construido en el siglo XIX para la burguesía. Su morfología es la opuesta: un plano ortogonal (en cuadrícula), con calles anchas y rectas que buscaban orden, higiene y facilitar el tráfico. Aquí, los edificios son de mayor calidad y altura. A menudo, el ensanche se ha convertido en el CBD (Central Business District), el principal centro de negocios y comercial de la ciudad. A la vez, en la periferia de aquella época, surgían los barrios obreros, de forma desordenada y con viviendas de peor calidad, cerca de las fábricas y las vías del tren, reflejando la clara segregación social de la sociedad industrial.

La expansión más reciente es la periferia, un mosaico muy diverso. Primero, en los años 60 y 70, surgieron los grandes polígonos residenciales de bloques altos y monótonos para acoger a los inmigrantes del éxodo rural. A partir de los 80, el modelo se transformó en la ciudad difusa: un crecimiento disperso y de baja densidad. Por un lado, urbanizaciones de viviendas unifamiliares (chalets); por otro, áreas industriales situadas en polígonos bien comunicados; y, finalmente, gigantescos centros comerciales y de ocio que dependen completamente del coche.

5. Problemáticas y retos de las ciudades españolas en el siglo XXI

El modelo de crecimiento expansivo que hemos seguido ha generado riqueza, pero también ha traído consigo graves problemas medioambientales, sociales y económicos. Hoy, el gran reto es repensar nuestras ciudades para hacerlas más sostenibles y habitables.

Entre las principales problemáticas destacan:
* Medioambientales: La ciudad difusa consume enormes cantidades de suelo y energía. La dependencia del coche provoca una grave contaminación atmosférica que daña nuestra salud, además de generar mucho ruido y residuos.
* Sociales: El problema más grave es el difícil acceso a la vivienda. Los precios desorbitados en las grandes ciudades expulsan a los jóvenes y a las familias con menos recursos, lo que aumenta la segregación socio-espacial: barrios para ricos y barrios para pobres. Además, la congestión del tráfico nos hace perder horas cada día.
* Económicas: El modelo ha acentuado el desequilibrio territorial, concentrando las oportunidades en las grandes metrópolis y dejando atrás a una gran parte del interior peninsular.

Frente a esto, la planificación actual, guiada por documentos como la Agenda Urbana Española, busca un nuevo modelo de ciudad sostenible. Los objetivos son claros:
1. Fomentar una ciudad compacta: Dejar de expandirse sin control y apostar por rehabilitar y dar nuevos usos a los espacios ya construidos. Se busca crear barrios con mezcla de usos (viviendas, tiendas, oficinas) donde se pueda ir a los sitios andando o en bici.
2. Impulsar una movilidad sostenible: Es fundamental invertir en un transporte público de calidad, peatonalizar más calles y crear redes seguras para bicicletas, reduciendo así la tiranía del coche privado.
3. Garantizar la cohesión social: Se necesitan más políticas de vivienda pública y asequible para que todo el mundo pueda acceder a un hogar digno. Las ciudades deben ser espacios inclusivos y seguros para todos.
4. Avanzar hacia la economía circular: Las ciudades deben ser más eficientes, consumiendo menos energía, gestionando mejor sus residuos (reducir, reutilizar y reciclar) e incorporando energías renovables.

En definitiva, el futuro pasa por transformar nuestras ciudades en lugares más justos, verdes, saludables y resilientes para afrontar los desafíos del siglo XXI.

Glosario de términos clave

Agenda Urbana Española

Documento estratégico del Gobierno de España que establece los objetivos y las líneas de actuación para lograr un desarrollo sostenible de nuestras ciudades y pueblos, en línea con los objetivos internacionales (Agenda 2030 de la ONU). Busca promover ciudades más compactas, inclusivas, seguras y respetuosas con el medio ambiente. [Volver al texto]

Área metropolitana

Gran aglomeración urbana formada por una ciudad principal (la metrópoli) y una serie de municipios de su entorno que son funcionalmente dependientes de ella. Aunque administrativamente son independientes, mantienen intensas relaciones diarias, especialmente por los movimientos pendulares de trabajadores. El ejemplo más claro es el área metropolitana de Madrid o la de Barcelona. En Castilla y León, Valladolid ha desarrollado un área metropolitana con municipios como Laguna de Duero o Arroyo de la Encomienda. [Volver al texto]

Casco antiguo

También llamado centro histórico, es el núcleo original de la ciudad, correspondiente a la etapa preindustrial (anterior al siglo XIX). Se caracteriza por un plano irregular, calles estrechas, una trama edificatoria compacta y la presencia de edificios de alto valor patrimonial. Ejemplos magníficos son los cascos antiguos de Toledo, Salamanca o Segovia. [Volver al texto]

CBD (Central Business District)

Término en inglés para referirse al "distrito central de negocios". Es el área de una gran ciudad donde se concentra la mayor parte de la actividad comercial, financiera y de oficinas. Suele caracterizarse por sus edificios altos y un gran dinamismo durante el día. En Madrid, el área del Paseo de la Castellana, con zonas como AZCA o las Cuatro Torres, constituye su principal CBD. [Volver al texto]

Ciudad

Asentamiento de población con un tamaño demográfico considerable (aunque el umbral varía según el país), alta densidad de población y edificación, y cuyas actividades económicas principales pertenecen a los sectores secundario (industria) y, sobre todo, terciario (servicios). Se contrapone al espacio rural, dedicado principalmente a las actividades del sector primario. [Volver al texto]

Ciudad difusa

Modelo de crecimiento urbano expansivo y de baja densidad que se ha generalizado en las periferias de las ciudades españolas desde las últimas décadas del siglo XX. Se caracteriza por la dispersión de la edificación (urbanizaciones de chalets), la especialización funcional del suelo (zonas residenciales separadas de las comerciales o industriales) y una fuerte dependencia del vehículo privado. [Volver al texto]

Ciudad sostenible

Modelo de ciudad que busca un equilibrio entre el desarrollo económico, la equidad social y la protección del medio ambiente para garantizar la calidad de vida de sus habitantes presentes y futuros. Sus principios incluyen la compacidad, la eficiencia energética, la promoción del transporte público y las zonas verdes, la cohesión social y la gestión eficiente de los recursos (agua, residuos). [Volver al texto]

Conurbación

Área urbana continua formada por el crecimiento y la unión física de dos o más ciudades inicialmente independientes. A diferencia del área metropolitana, aquí la clave es la continuidad de la edificación, aunque cada ciudad conserve su propia administración. Un ejemplo claro es la franja costera de Málaga, que une núcleos como Torremolinos, Benalmádena y Fuengirola. [Volver al texto]

Ejes de desarrollo

Corredores territoriales que concentran de forma dinámica la mayor parte de la población, la actividad económica y los flujos de transporte en un país. En España destacan el eje Mediterráneo, el eje Cantábrico y el del Valle del Ebro, con Madrid como nodo central. [Volver al texto]

Ensanche

Área de la ciudad planificada y construida durante el siglo XIX y principios del XX para acoger a la burguesía. Su principal característica es la adopción de un plano regular, generalmente ortogonal (en cuadrícula), con calles anchas y rectas, y edificios de viviendas de gran calidad. El Ensanche de Barcelona, diseñado por Ildefons Cerdà, es el paradigma, pero también son notables los de Madrid (Barrio de Salamanca) o Bilbao. [Volver al texto]

España Vaciada

Término reciente y de gran impacto mediático para referirse a las áreas del interior de España que sufren graves problemas de despoblación, envejecimiento, baja densidad demográfica y falta de oportunidades y servicios. Abarca amplias zonas de comunidades como Castilla y León (especialmente Soria, Zamora, Palencia), Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura. [Volver al texto]

Éxodo rural

Proceso de migración masiva y sostenida de la población desde las áreas rurales (el campo) hacia las áreas urbanas (la ciudad). En España, tuvo su momento álgido entre 1950 y 1975, y fue el principal motor del rápido crecimiento de las grandes ciudades. [Volver al texto]

Funciones urbanas

Actividades especializadas que realiza una ciudad y por las que destaca, sirviendo no solo a sus propios habitantes sino también a un área de influencia más o menos extensa. Pueden ser político-administrativas (Valladolid, como sede de la Junta de Castilla y León), universitarias y culturales (Salamanca), industriales (Vigo, por su industria automovilística y naval) o turísticas (Marbella). [Volver al texto]

Gentrificación

Proceso de transformación de un barrio céntrico y popular por el cual su población original, de menores ingresos, es progresivamente desplazada por nuevos residentes de mayor poder adquisitivo. Esto suele ir acompañado de una rehabilitación de los edificios, un cambio en el tipo de comercios y un aumento del precio de la vivienda (compra y alquiler). Barrios como Malasaña en Madrid han experimentado este fenómeno. [Volver al texto]

Hinterland

Término de origen alemán que designa el área de influencia terrestre de una ciudad, es decir, el territorio que la rodea y con el cual mantiene estrechas relaciones económicas y de servicios. La ciudad actúa como centro para su hinterland, proveyéndole bienes y servicios especializados. [Volver al texto]

Jerarquía urbana

Organización de las ciudades de un territorio en diferentes niveles o rangos según su tamaño demográfico, la diversidad y especialización de sus funciones y la amplitud de su área de influencia. Esta estructura determina las relaciones de poder y dependencia dentro de la red urbana. [Volver al texto]

Litoralización

Proceso de concentración de la población y de las actividades económicas en las zonas costeras. En España es un fenómeno muy acusado, especialmente en todo el litoral mediterráneo, impulsado por el turismo y las actividades asociadas. [Volver al texto]

Macrocefalia

Situación en un sistema urbano en la que una o dos ciudades tienen un tamaño demográfico y una concentración de poder y funciones desproporcionadamente grande en comparación con el resto de ciudades del país. El sistema urbano francés, con el dominio absoluto de París, es el ejemplo clásico. El sistema español se considera más bien bicéfalo (Madrid y Barcelona). [Volver al texto]

Metropolización

Proceso de crecimiento y expansión de las ciudades principales, que extienden su influencia y sus dinámicas funcionales sobre un amplio territorio circundante, creando extensas áreas metropolitanas. [Volver al texto]

Plano irregular

Trazado urbano caracterizado por calles estrechas, tortuosas y sin un orden geométrico aparente, con plazas pequeñas y a menudo cerradas. Es típico de los cascos antiguos de origen medieval o musulmán, como el del barrio del Albaicín en Granada o el de Cáceres. [Volver al texto]

Plano ortogonal

También llamado plano en cuadrícula o en damero, es un trazado urbano basado en calles rectas que se cortan perpendicularmente formando manzanas cuadradas o rectangulares. Facilita la ordenación y el crecimiento de la ciudad. Es el plano característico de los ensanches del siglo XIX. [Volver al texto]

Región urbana

Gran espacio de carácter urbano, discontinuo y policéntrico, formado por la integración de varias áreas metropolitanas, ciudades y ejes industriales que funcionan como un sistema complejo e interconectado. Es la forma más evolucionada de aglomeración urbana. [Volver al texto]

Red urbana / Sistema de ciudades

Conjunto formado por todas las ciudades de un territorio y las relaciones (flujos de personas, mercancías, información, capital) que se establecen entre ellas. La calidad de las redes de transporte y comunicación es fundamental para la eficiencia de esta red. [Volver al texto]

Segregación socio-espacial

Separación y concentración de los diferentes grupos sociales en áreas distintas de la ciudad. Este fenómeno provoca que las personas con ingresos altos, medios y bajos tiendan a vivir en barrios diferentes, lo que puede generar desigualdades en el acceso a servicios y oportunidades. [Volver al texto]

Terciarización

Proceso de transformación económica y social en el que el sector terciario (servicios: comercio, transporte, finanzas, turismo, sanidad, educación...) pasa a ser el sector dominante de la economía, tanto en términos de empleo como de aportación al Producto Interior Bruto (PIB), por encima del sector industrial o el primario. [Volver al texto]

Teletrabajo

Forma de organización laboral que consiste en desempeñar la actividad profesional desde un lugar diferente al centro de trabajo habitual (generalmente el domicilio), utilizando las tecnologías de la información y la comunicación (internet, ordenadores, etc.). Su auge reciente podría estar influyendo en las decisiones de localización residencial de la población. [Volver al texto]