Los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, presiden una época decisiva de la historia de España (1479-1516). La unión de Castilla y Aragón fue mucho más que una vulnerable unión personal: iba, al menos, a cristalizar en numerosas instituciones y proyectos comunes. En este proceso el año 1492 fue significativo pues en él se producen los siguientes acontecimientos: la rendición de Granada, el descubrimiento de América por Colón y la expulsión de judíos, con el fin de cohesionar España en torno a la fe católica.
1. La conquista de Granada
La idea de la Hispania romana-visigoda, como superior integración peninsular, perduró durante la Edad Media. Basándose en esta idea los Reyes Católicos orientaron su política hacia la consecución de la unidad ibérica. Esto implicaba anexionarse el reino musulmán de Granada. La guerra de Granada duró once años (1481-1492) en el transcurso de los cuales los RRCC esgrimieron conjuntamente las armas y la diplomacia. Granada capituló en 1492 incorporándose al reino de Castilla. Los RRCC garantizaron a los musulmanes la libertad religiosa y la conservación de sus bienes y costumbres. Sin embargo, en 1499 el cardenal Cisneros dejó de respetar las capitulaciones y obligó a los musulmanes a convertirse al cristianismo o a abandonar Castilla. Con esta conquista finalizan ocho siglos de presencia musulmana en España y la sustitución de una política tolerante que permitió la convivencia pacífica de cristianos, musulmanes y judíos (salvo algunos períodos) por otra política de conversiones forzosas y expulsiones que conllevó una política de intransigencia religiosa.
2. La expulsión de los judíos
En la sociedad española de fines del siglo XV existían grupos marginados: judíos y musulmanes. Estos grupos planteaban al nuevo Estado un problema pues la convivencia de tres religiones, unido a la existencia de lenguas, tradiciones, legislación diferentes hacían difícil la convivencia en un nuevo Estado que necesitaba nexos de unión. Ambos monarcas decidieron que la unidad religiosa era necesaria y actuaron duramente contra las dos minorías religiosas. La religión contribuyó a hacer de la fe cristiana el elemento común y definidor de la “esencia” última de la Península (con exclusión, por ello, de judíos y musulmanes). Así, en 1478, obtuvieron del Papado el permiso para el establecimiento de la Inquisición con el fin de perseguir a los supuestos "falsos conversos" y, a finales de abril de 1492, los Reyes Católicos decretaron la expulsión de sus reinos de todos aquellos judíos que no se bautizaran. La Inquisición sería un instrumento de control político de la monarquía, con jurisdicción, además, sobre ambas coronas, por encima de los distintos ordenamientos de estas. La Inquisición o Tribunal del Santo Oficio se convirtió, entonces, en un sistema de información y represión que permitió silenciar las voces contrarias a los intereses de la monarquía. La intolerancia se abatió pronto sobre España y acabó definitivamente con el mestizaje surgido en los siete siglos de vida en común. La expulsión de los judíos supuso una gran pérdida, además de cuantitativa, cualitativa, pues se trataba de un grupo laborioso que desempeñaba actividades económicas de gran utilidad (comerciantes, prestamistas, etc.). Además se generó entre la población una actitud de rechazo hacia las actividades comerciales (mentalidad antiburguesa).
3. El descubrimiento de América
Por último el gran acontecimiento de 1492 fue, sin duda, el descubrimiento de América. Con la desaparición del Imperio Bizantino, al ser conquistada Constantinopla por los turcos en 1453, y la aparición del imperio Otomano se incrementan las dificultades para llegar a Asia por el Mediterráneo, lo que obliga a los europeos a buscar rutas alternativas para conseguir los productos de las Indias: especias y metales preciosos. En este contexto, las rutas atlánticas exploradas por castellanos y portugueses adquieren una nueva dimensión. El objetivo de portugueses y castellanos era encontrar nuevas rutas para acceder a los centros de producción orientales de forma directa, eludiendo al amenazante Imperio Otomano. De esta manera la expansión española por el Atlántico se convierte en eje fundamental de la política exterior de los RRCC.
El desarrollo de los acontecimientos fue el siguiente: Cristóbal Colón pretendía llegar a la India por la ruta inexplorada del oeste (pensaba que la distancia era más corta de lo que es en realidad). Rechazado su proyecto por varios países europeos fue aceptado por los RRCC, alcanzando un acuerdo con Colón que se plasmó en las Capitulaciones de Santa Fe, donde Colón obtuvo una serie de concesiones. Así el 12 de octubre de 1492 se descubrió América. Colon realizó en total cuatro viajes a Las Indias sin saber que, en realidad, había llegado a un nuevo continente.
Para acabar con la rivalidad entre Castilla y Portugal por el control del Atlántico se establecieron varios tratados entre ambas monarquías que consiguieron resolver los conflictos relativos a los límites de su expansión. El más importante fue el Tratado de Tordesillas que establecía una línea de separación entre las dos grandes potencias y que reservaba para Portugal la ruta que bordea áfrica y una pequeña área en América que se convertiría en el futuro Brasil, para Castilla quedaba el resto de América.